Hay diferentes conjeturas, pero la más coherente se basa en el hecho de tener unas referencias donde ejecutar las figuras propias del picadero. En el siglo XVIII la equitación estaba llegando a su punto más alto por unos intereses netamente bélicos. O dicho de otra manera, los ejercicios propios y prácticos de la batalla se iban trasladando a los recintos cerrados donde se les otorgaba un aire más artístico a la par que se intentaba mantener en forma a aquellos fabulosos caballos, de gran estructura, increíble fortaleza y grandes cabezas, como el caballo Napolitano, una de las razas mejor consideradas para la guerra. Estas instalaciones, generalmente, se encuentran anejas a los palacios de los nobles, principales protagonistas del comienzo de la equitación artística. Evidentemente, esto monopoliza el montar a caballo de una manera técnica como un arte militar hasta hace relativamente poco, a nivel olímpico, la equitación queda abierta a civiles de ambos sexos a partir de la olimpiada de 1952 en Helsinki, Finlandia. Esta nueva normativa permite que la medalla de plata fuera para una civil amazona y además con limitaciones físicas, Lis Härtel.
El jinete solía ampararse de un ayudante denominado picador, aparecía por detrás con una vara afilada para picar al caballo y empujarlo, de aquí seguramente procederá la alusión a la pista cubierta y por extensión al club hípico; picadero.
Había una necesidad de tener una zona delimitada donde poder trabajar a la vez que había que encontrar el ordenamiento lógico a las figuras a desarrollar y el entrenamiento. De que en la pista hubiera un sistema de ejecución lógico, para ello, nada mejor que colocar grabados representando la figura allí donde se quisiera desarrollar. De la misma manera, la pista se fue acotando hasta disponer de unas medidas que en la actualidad están oficializadas en 20x60 m. para caballos y 20x40m. en el caso de los ponis.
En Alemania, los grabados que indican el lugar de ejecución incluyen la voz, evidentemente en alemán, del ejercicio. Con el tiempo, desaparece la representación gráfica y dicho término, simplificando todo a la simple inicial de ésta. A partir de este momento, comienzan a perfilarse el uso de las letras en una evolución que ha llegado a nuestros días.
El centro de la pista es designado por la X, que realmente no corresponde a la inicial de una palabra, sino más bien a la representación gráfica y mental de la confluencia de las dos diagonales posibles.
Del francés se toma prestada la palabra “volte” o vuelta como denominamos a los círculos pequeños (10 metros, o menos), para colocar la “V” en la pista.
Schulterherein, en alemán significa literalmente, espalda adentro, tomando prestada la letra “S”.
La “H” procede de “hilfe”, traducido por ayuda aunque aquí se refiere a la figura del apoyo.
Mitteltrab, significa medio trote, e indica la diagonal alargando el aire al llegar a “M”.
El lugar para el paso atrás se reservó a “R”, de rückwaertsrichten, que se podría traducir en algo aproximado a “de espaldas al juez”.
Fliegender gallopweschel, cede la letra “F” al cambio al galope, traducido literalmente como “vuelo al galope”.
El lugar para la media pirueta directa al paso se encontraría en K, de kuzhkehrt.
El jinete solía ampararse de un ayudante denominado picador, aparecía por detrás con una vara afilada para picar al caballo y empujarlo, de aquí seguramente procederá la alusión a la pista cubierta y por extensión al club hípico; picadero.
Había una necesidad de tener una zona delimitada donde poder trabajar a la vez que había que encontrar el ordenamiento lógico a las figuras a desarrollar y el entrenamiento. De que en la pista hubiera un sistema de ejecución lógico, para ello, nada mejor que colocar grabados representando la figura allí donde se quisiera desarrollar. De la misma manera, la pista se fue acotando hasta disponer de unas medidas que en la actualidad están oficializadas en 20x60 m. para caballos y 20x40m. en el caso de los ponis.
En Alemania, los grabados que indican el lugar de ejecución incluyen la voz, evidentemente en alemán, del ejercicio. Con el tiempo, desaparece la representación gráfica y dicho término, simplificando todo a la simple inicial de ésta. A partir de este momento, comienzan a perfilarse el uso de las letras en una evolución que ha llegado a nuestros días.
El centro de la pista es designado por la X, que realmente no corresponde a la inicial de una palabra, sino más bien a la representación gráfica y mental de la confluencia de las dos diagonales posibles.
Del francés se toma prestada la palabra “volte” o vuelta como denominamos a los círculos pequeños (10 metros, o menos), para colocar la “V” en la pista.
Schulterherein, en alemán significa literalmente, espalda adentro, tomando prestada la letra “S”.
La “H” procede de “hilfe”, traducido por ayuda aunque aquí se refiere a la figura del apoyo.
Mitteltrab, significa medio trote, e indica la diagonal alargando el aire al llegar a “M”.
El lugar para el paso atrás se reservó a “R”, de rückwaertsrichten, que se podría traducir en algo aproximado a “de espaldas al juez”.
Fliegender gallopweschel, cede la letra “F” al cambio al galope, traducido literalmente como “vuelo al galope”.
El lugar para la media pirueta directa al paso se encontraría en K, de kuzhkehrt.
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